viernes, 30 de diciembre de 2011

Despedimos a nuestro gran colaborador, amigo y compañero, el gran JACKO



Jamás pensamos que la noche del 18 de diciembre, cuando departíamos una reunión navideña con los compañeros y amigos cercanos de Bambú, sería la última noche en que estaríamos al lado de nuestro querido Jackson David Cálix.

Jacko estuvo contento con nosotros, comimos y bebimos, bailamos y chistamos, aunque él llegó algo tarde y tenía que irse temprano al programa de TV en donde colaboraba, como lo hacía con tantos otros artistas locales y nacionales. Hay varias fotos de esa noche; Danilo, como siempre, chingando al Jacko, riéndonos de su más reciente mensajito masivo, sobre su venta de cohetillos y luces para chicos y grandes! Luisa, regañándolo porque no andaba su chaqueta, con el frío que hacía y conduciendo su moto. Quedamos en revisar varios asuntos pendientes, sobre todo en lo que Jacko hacía tan bien, como ser varios temas de la próxima página web de Bambú, otras cosas con las que Jacko colaboraba con Luisa y una Junta Directiva en la Unah, y bueno, entre plática y comedera, su visita por nuestro convivio se hizo breve.

Cariñosamente, como lo solía hacer siempre, Jacko se fue despidiendo de los compas de Bambú, pues Ashanti era la invitada de la noche al programa de Pedro Grave de Peralta, y no quería llegar tarde. La misma Ashanti también pasó rápidamente por la reunión, y como sabíamos que Jacko siempre grababa el programa de don Pedro, tendríamos oportunidad de ver la entrevista de Ashanti otro día, ya que la reunión todavía estaba de lo mejor.

Chito estuvo en amena plática con Jacko ya que ambos son motociclistas; estuvo contándole cómo había reparado su llanta trasera, y que su moto la tenía "macanuda". Antes de irse, Chito le estuvo recomendando que tuviera cuidado al manejar, que se fuera despacio, y fue el último en verlo salir montado en su Vespa.

Fue hasta la mañana siguiente cuando Edgar recibió la fría llamada de Ashanti, relatándole que nuestro querido Jacko había sufrido un terrible accidente en el anillo periférico, lo que le hizo perder su valiosa vida de apenas 21 años... ¡Horrible noticia! Pronto Edgar nos comunicó a los demás bambúes sobre la desgracia; ¡no podíamos creerlo! Y más duro aún, no haber podido acudir en el momento de su accidente, si acabábamos de despedirlo....

El lunes 19 fue de shock para nosotros. Las horas pasaban y su cuerpo no salía de la morgue. En estos momentos uno no sabe qué hacer. Edgar se puso en contacto con su hermano, Cristian, a quien conocimos desgraciadamente en estas circunstancias, para consultarle qué podíamos hacer por la familia. Nos dijo que con unas flores y nuestra asistencia a la Iglesia de los Testigos de Jehová, de la Col. El Reparto, bastaría. Eso no es nada, comparado con las horas que Jacko nos regaló.

El cuerpo llegó a la Iglesia tardísimo, como a las 7:30 p.m., es decir, prácticamente 24 horas después de su lamentable deceso. Edgar ya conocía a los padres de Jackson; a los demás nos tocó conocerlos hasta en ese momento de intenso dolor. Jacko era el único hijo de su padre, don Gerardo, y su madre, una mujer pequeña, tan parecida a él, sufría lo indescriptible. Muchas personas que se congregaban en la misma Iglesia, se hicieron presentes, junto a amigos de MUA, de la UNAH, don Pedro Grave, sus amistades que lo apreciaban, todos, impactados por estos instantes tan duros en la vida de los seres humanos.

Al día siguiente acompañamos a Jacko, familia y amistades, a su última morada terrenal, en Jardines de Amor Eterno. Esto es lo más duro. Momentos tristes, grises, pero acompañados de una tarde fresca y un hermoso sol, a orillas de una colina.

Jacko era un joven excepcional. Era un periodista cultural nato. Un chico entregado, y contento por las cosas en las que se involucraba. A decir verdad, murió haciendo lo que lo hacía feliz. ¡Grande Jacko! Fuiste un joven ejemplar: mientras muchos andaban desperdiciando su valioso tiempo, vos aprovechaste hasta el último momento de tu existencia en tratar de dar realce y valor a la vida cultural y artística de tu país, a promover y difundirla.

Lo conocimos hace como 3 ó 4 años, era un asiduo "fan" de Bambú, y a su corta edad, quizá unos 18 años por entonces, se compró un paquete de entradas al Festival Bambú. A Edgar le llamó mucho la atención este hecho, y así, entre tanto que Jacko insistió en colaborar con Grupo Teatral Bambú, terminamos incorporándolo como un cercano socio, aliado incondicional para ayudar a fortalecer nuestra imagen en internet, ante la prensa, con el Festival Bambú, y en fin, otro de nuestros hijos!

En el Grupo Teatral Bambú, en nuestras temporadas, estrenos y en el Festival Bambú, en los Jueves en Arte de la UNAH, te recordaremos siempre con cariño y estima! ¡Se nos ha ido una mano amiga, pronta y atenta! ¡Ahora reflexionamos sobre cuánto te queremos, compañero!

Estamos seguros que estás ahí, sereno, a la diestra del Padre, disfrutando de la paz celestial por que has sido un joven bueno, desinteresado, un buen hijo, un dador para los demás, un gran admirador de todas las formas de expresión del arte, un excelente servidor, honesto y comprometido con las causas justas. Tu paso efímero por esta vida sólo nos hace recordar lo frágil que es, pero también nos permite aprender de tu ejemplo.

Jacko: ¡Tu madre y tu padre nos hicieron ver cuán orgullosos los hacías sentir, y compartimos ese sentimiento! ¡Te guardamos en un lugar especial en nuestros corazones! Nuestro abrazo fuerte a tus padres y tu hermano, y nuestro beso a la distancia, donde te encuentras y en donde esperamos encontrarnos... ¡sólo te has adelantado en el camino!

¡Hasta siempre, Jacko!
Tus amigos y amigas de Grupo Teatral Bambú