Tomado de Diario Tiempo, Honduras
TEGUCIGALPA.- Con su barba blanca y boina negra, que se convirtieron en sus inseparables amigas durante muchos años, será sepultado hoy el laureado poeta hondureño Roberto Sosa, quien falleció víctima de un paro cardíaco a los 81 años de edad.
El autor de “Los pobres” y “Un mundo para todos dividido”, entre otras obras, expiró sorpresivamente ayer a eso de las 2:30 de la madrugada en un centro asistencial capitalino, hacia donde fue trasladado luego de sufrir el fatal colapso.
En las primeras horas de ayer los círculos literarios, intelectuales, académicos y sociales del país fueron conmovidos con la infausta noticia del deceso del prominente hombre de letras, que deja un importante legado a las generaciones presentes y futuras.
De inmediato, los restos mortales fueron trasladados al auditorio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) donde ayer le rindieron un especial tributo a su memoria y dilatada obra literaria, por ser catedrático de la máxima casa de estudios.
También en su honor se creó la cátedra de literatura “Roberto Sosa”.
Hoy, en horas de la tarde, su cuerpo será trasladado a Jardines de Paz Suyapa, donde le darán el último adiós.
Decretos de duelo fueron presentados durante la vela por parte de las autoridades universitarias, Escuela Nacional de Bellas Artes y Artistas en Resistencia, entre otros sectores, cuyos miembros hoy lloran la partida sin retorno de uno de los más connotados artistas del pensamiento.
También se dieron lectura a importantes trazos de su monumental obra, famosa en el mundo entero y traducida al francés, chino, japonés, ruso, italiano e inglés. E incluso, hasta canciones con la letra de sus artículos fueron entonados por sus admiradores.
HOMBRE DE MÚLTIPLES RECONOCIMIENTOS
Sosa, quien nació en Arenales, Yoro, fue galardonado con la Orden de las Artes y las Letras en el grado de Caballero por el Ministerio de Cultura de la República de Francia en 1990, entre otros reconocimientos recibidos tanto a nivel nacional como internacional.
Familiares, amigos, poetas, literatos, políticos, estudiantes y pueblo en general se dieron cita ayer en la UNAH para presentar las condolencias a su viuda María Lidia Ortiz e hijas Blanca Leonor y Diana, quienes ayer lloraban la partida de quien alguna vez escribió “que los pobres pueden llevar en hombros el féretro de una estrella”.
Sosa se destacó como uno de los primeros y pocos intelectuales latinoamericanos en obtener el premio Adonáis, de España y el otorgado por la Casa de las Américas. También colaboró por muchos años con esta casa editora, Diario Tiempo, con su columna “El ciempiés cojo”.
De igual manera, hace poco se hizo acreedor al premio Rafael Alberti, concedido por Cuba y España, el cual le será entregado pronto de forma póstuma a sus parientes en la isla caribeña.
EXPULSADO
Roberto Sosa Murillo (su nombre completo) fue descrito por sus admiradores como un hombre humilde en su vivir y parco en el hablar, pero mordaz y agresivo al momento de esgrimir la pluma.
De pensamiento revolucionario dedicó gran parte de su obra a defender la causa de los pobres y la justicia, así como a cuestionar la corrupción, la inmoralidad y la opresión.
“Mi padre fue un hombre de izquierda y por eso lo destituyeron de la UNAH en los años ochentas e incluso hasta fue expulsado de la Real Academia de la Lengua, pero jamás claudicó en sus posiciones”, relató su hijo Néstor Sosa (30).
Desde 1960 usó barba y boina como una muestra visible de su indomable espíritu contra el estatus quo, recordaron sus allegados.
De manera que luego de dar lustre a la literatura universal Roberto Sosa a partir de hoy descansará en paz en la tierra que lo vio nacer y a la que le dedicó la mayoría de sus escritos. Ahora Honduras pesará menos.
OBRAS
Muros
Mar Interior
Los pobres
Un mundo para todos dividido
Obra completa
Diálogo de sombras
Prosa armada
El llanto de las cosas
Máscara suelta
Hasta el sol de hoy
Antología personal
Digo mujer
PREMIOS RECIBIDOS
Orden de las Artes y las Letras en el grado de caballero (1990) por Francia.
Juan Ramón Molina (1967)
Adonais (1968)
Casa de las Américas (1971)
Ramón Rosa (1972)
Ramón Amaya Amador (1975)
Itsamná (1980).
Rafael Alberti (2011) (Será entregado de forma póstuma)
En el IV Festival Bambú, se le rindió homenaje a Roberto Sosa, 1994, aqui con los integrantes de Bambú y Proscenio, despúes de la obra: "La madriguera".
El año 2010 en el marco del XX Festival Internacional Escénicas Bambú el grupo Matacandelas de Colombia dedicó su obra "Angelitos empantanados" al distinguido poeta Sosa. Compartimos un video de ese momento.
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